viernes, 8 de junio de 2012

La Serpiente de Cascabel

Las serpientes de cascabel (Crotalus) son un género de la subfamilia de las víboras de foseta dentro de la familia de los vipéridos. Son serpientes venenosas y endémicas del continente americano, desde el sudeste de Canadá al norte de Argentina. Todas las especies menos una, C. catalinensis, son fácilmente reconocibles por el característico cascabel en la punta de la cola. No hay que confundir este género con la más pequeña especie del género Sistrurus, que también tienen un cascabel, pero no tan desarrollado. Se han reconocido 29 especies de serpientes de cascabel.

En situaciones de peligro estas serpientes se suelen enrollar y poner el cuello en forma de "S" para poder atacar más velozmente. Con su cola emiten un sonido de aviso.
Como contenedor para la cría de Crotalus atrox se recomienda un terrario seco con temperaturas diurnas de 24 - 28 °C (localmente hasta 35 °C) y nocturnas de 18 - 20 °C. Estas serpientes beben bastante, así que siempre debe haber agua fresca a su alcance.[cita requerida]
El veneno de estos animales es muy fuerte. Destruye los glóbulos rojos de la sangre y hace penetrables los vasos sanguíneos. Así afecta al tejido corporal y a la circulación. Sus moderduras son tremendamente dolorosas y pueden ser fatales para un humano. Por suerte, existe un antídoto, que actúa con eficacia, evitando en la mayoría de los casos la muerte del afectado.

Normalmente viven en bosques arenosos, y en zonas costeras. Su piel con círculos amarillos, está marcada en el centro por colores negros (parecidos a diamantes) hace que este tipo de reptil sea el mejor adornado de todo Norteamérica.[cita requerida] La cabeza es según la subespecie generalmente unicolor aunque hay una banda más oscura desde la sien hasta la boca. La cola suele tener anillos alternantes más claros y más oscuros. Por debajo, el color de la serpiente suele ser más claro y puede llevar manchitas.
El cascabel lo forman unos estuches córneos en el extremo de la cola que en caso de peligro les permiten emitir un sonido de aviso de que es peligrosa y quizá proteja la serpiente de ser pisada por los grandes mamíferos.4 Con cada muda de piel se añade un aro más a este cascabel, lo que permite estimar la edad del animal.